10 - Pongamos nuestra confianza en lo que verdaderamente pueda ayudar a vivir y dar sentido a la existencia
REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz
“El hombre, al buscar seguridades tangibles y concretas, cae en la tentación de las consolaciones efímeras —dinero, alianza con los potentes, mundanidad, falsas ideologías— que parecen colmar el vacío de soledad y mitigan el cansancio de creer”, expresó Francisco el 11 de enero de 2016.
En su catequesis sobre la esperanza en la que explicó que esperar en el futuro, creer en la vida, es una necesidad primaria del hombre, el Obispo de Roma -apoyado en las Sagradas Escrituras- denuncio las falsas esperanzas que el mundo presenta con la paradoja de sus ídolos. Y afirmó que “el salmo 115 describe de modo sugestivo la realidad absolutamente fugaz de estos ídolos. Advierte que quien pone la esperanza en ellos termina siendo como ellos: imágenes vacías con manos que no tocan, pies que no caminan, boca que no puede hablar. No se tiene nada que decir, se es incapaz de ayudar, cambiar las cosas, sonreír, donarse, amar”.
El Sucesor de Pedro dijo que “el hombre en cambio ha de ser imagen de Dios, confiando y esperando en su gracia y bendición”, que “es importante que pongamos nuestra confianza en lo que verdaderamente pueda ayudar a vivir y dar sentido a la existencia”. Invitó a todos los fieles y peregrinos a “poner plenamente su confianza en el Señor para que de su vida brote la alabanza al Dios vivo y verdadero, que por nosotros nació de María, murió sobre la cruz y ha resucitado en la gloria”. |